miércoles, 30 de octubre de 2013

El Hombre Gavilan-culebra



“Lo cuentan las voces de los que se resisten”

Identidad y Tradición

Yakjuana
(El Hombre Gavilan-culebra)

Leyenda Baré

El pueblo Baré es una comunidad autóctona de filiación Arawak, se encuentra ubicado en el Estado Amazonas en los alrededores del rio Casiquiare. Su religión posee un código simbólico que influencia fuertemente en sus hábitos de vida, los cuales se ven reflejados en sus mitos, cantos y cuentos, en donde relacionan lo real con lo imaginario afectando el contexto geográfico…

… Cuenta la leyenda que existía un hombre baré que vivía con su hermana y tenía un enorme conuco. Los dos vivían solos porque sus padres habían fallecido y a consecuencia de esa soledad, él estableció una relación marital con su hermana. En ese tiempo los baré creían, temían y obedecían a muchos dioses y espíritus, especialmente al máwari.

Cuentan que un día pasó por ese lugar un payé, que es el nombre que se les da a los curiosos y adivinos y le dijo al hombre: “tú tienes una gran culpa por haber tenido relaciones carnales con tu virgen hermana, eso es malo y prohibido. Por lo que ahora te convertirás, en gavilán y culebra”. El hombre afligido e impresionado comenzó a preocuparse por la profecía del payé.

Pasaron los meses y de repente, el hombre comenzó a sentir malestares raros por las noches que lo preocupaban y asustaban cada día más. Hasta que una noche, a media noche, el hombre se partió en dos pedazos a la altura de la cintura. Las extremidades inferiores se convirtieron en una serpiente que se quedó acurrucada en el chinchorro, mientras que la otra mitad se convirtió en gavilán nocturno y salió volando por la ventana. Al llegar la madrugada, el gavilán nocturno regresó al chichorro a buscar a la culebra ambos animales se unieron dando forma nuevamente al hombre, quien se levantó del chinchorro con fuertes dolores en la cintura. Esto ocurrió cada noche durante muchas noches.

Mientras el hombre guardaba celosamente el secreto, al caer la noche se encerraba en una choza aparte para evitar ser descubierto por quien era a la vez su hermana y esposa. Pero ella comenzó a notarlo raro y empezó a preocuparse, porque no quería dormir con ella, sino estar solo y encerrado.

Con el tiempo se fueron acercando otras personas y se levantó una comunidad alrededor de la joven pareja. Los vecinos no tardaron en notar que algo pasaba con ese hombre y su mujer. En eso el payé volvió a pasar por el lugar y les aconsejó a las demás personas de la comunidad que mantuvieran vigilado a aquél hombre que prefería dormir solo y no con su mujer.

Entre las palmas con las que estaban hechas las paredes pudieron ver la fantástica transformación que ocurría en el chinchorro. Una vez que el gavilán nocturno salió volando por la ventana, un grupo de hombres entró y quemó a la serpiente que sobresalía en el chichorro. Cuando en la madrugada el gavilán nocturno regresó, se encontró a la serpiente destruida por el fuego. Eso le causó un gran sufrimiento y comenzó a llorar y a suplicarle a cada uno de sus vecinos que le abriera la puerta de su casa. Nadie lo recibió por temor a una venganza.

Triste y pensativo, el gavilán nocturno recordó que la mayoría de los hombres vecinos eran buenos cazadores y pescadores. Estas personas salían todas las noches a alumbrar los caños para atraer a los peces que luego atrapaban con la atarraya.

Decidió actuar como conocedor del lugar, tomó la parte de la culebra que quedó viva y se fue volando de caño en caño hasta llegar a uno cercano en el que se encontraba su primo y los demás vecinos. Éstas eran las personas que le habían quemado su otra parte.

El gavilán nocturno se sentó sobre una rama en el cauce del caño y esperó a los pescadores. Cuando estaban en sus curiaras, el gavilán brincó y se le incrustó en el hombro al primo quien luchó desesperadamente por sacárselo sin conseguirlo. Los demás trataron de ayudarlo, pero todo esfuerzo fue inútil. Cuando todos se calmaron notaron que el gavilán ahora formaba parte del cuerpo de aquél desdichado hombre.

Durante toda su vida aquél hombre compartió su existencia con el gavilán que formaba parte de su cuerpo. Éste sentía lo que padecía o gozaba el otro y si uno se enfermaba el otro también. Durante muchos años convivieron tratando de llevar la vida de un hombre normal hasta que ambos murieron ya muy viejos y cansados.

Por: GuiaViajesVirtual.com

“Por una conciencia Socialista, dejémonos de guardar silencio”

jueves, 17 de octubre de 2013

La Leyenda de Maguarit



“Lo cuentan las voces de los que se resisten”

Identidad y Tradición

La Leyenda de Maguarit
(Los Maguarit son seres mágicos que habitan en el agua)


Se dice que pueden nadar como peces y hablar como hombres y que cuando están medio sumergidos parecen hombres de la cintura hacia arriba y así pueden engañar a los que van de paso haciéndoles creer que son hombres que se están bañando en el río o jugando.

En la comunidad Sarón, ubicada en la carretera nacional, se cuenta que en una oportunidad, hace muchos años, tres niños se fueron al río y por lo que se cuenta comieron una comida fría y de pronto se encontraron con unos desconocidos que se estaban bañando y no le dieron importancia a la leyenda. Caminaron río abajo un trecho y comenzaron a bañarse. 

La madre de los tres niños al ver que no regresaban decidió ir a buscarlos. Al cabo de un largo rato empezó a escuchar sus voces que gritaban contando de hombres peces. La madre siguió hasta el lugar donde venían las voces y aunque los escuchaba no los encontró. Siguió escuchando las voces de los niños por largo tiempo y por más que los buscaba no lograba dar con el paradero de sus tres hijos. Continuó oyendo sus voces desde la profundidad del caño pero jamás volvió a ver a los niños. 

Los maguarit suelen ser encantos o espíritus presentes en muchas culturas indígenas. El nombre se parece en muchas comunidades, algunos les llaman maguarí, otros le dicen mahuary y otros máguari. Existen muchas historias al respecto. 

Se dice por ejemplo que en Puerto Ayacucho, en el río Orinoco, en una zona donde hay muchos petroglifos llamada playa el bagre, en la época de invierno se escucha al caer la tarde el sonido del tambores pero que el mismo se hace claro a medida que acercamos la cabeza al agua y cuando se mete el oído bajo la superficie se puede apreciar que la música de los tambores viene de las profundidades. Es un sonido rítmico que no puede ser producto del choque de piedras que arrastra el río. 

Se dice que los maguarit tienen poblados bajo el agua, que las toninas son los mismos maguarit así como otros peces. Hay pescadores que van al río al caer la tarde cuando se escuchan los tambores, rocían con tabaco y bebidas alcohólicas la superficie ofreciendo estas sustancias para que las disfruten los maguarit en sus fiestas bajo el agua y les piden a cambio un pez de unas determinadas características en su próxima pesca.

También en el sector el bagre, se dice que anualmente durante la crecida de invierno, el Orinoco reclama el sacrificio de tres personas que mueren ahogadas y sus cuerpos aparecen varios kilómetros río abajo. Estas desapariciones se atribuyen a los maguarit.

En muchas poblaciones indígenas se suele tener cuidado y acercarse con reservas a personas extrañas nunca antes vistas porque pueden ser maguarit. 

Se suele decir que un maguarit es una persona encantadora, de aspecto agradable que habla bonito, que se desenvuelve de forma grácil y que nunca antes había sido vista por ahí. Por eso cuando en una comunidad hay fiesta y llegan extraños a bailar y compartir, se suele bajar la voz y cuchichear preguntándose quién pudo infringir alguna norma para que los maguarit llegaran hasta ellos en ese momento. 

En muchas ocasiones, cuando los extraños se van de la fiesta, se organizan grupos para seguirlos. Ocurre con frecuencia que los extraños se encaminan hacia el río y desaparecen al llegar a las orillas de éste. Esa es la confirmación de que los extraños eran maguarit. Adoptan las formas humanas tanto masculina como femenina e incluso alguno de esos encantos toman la apariencia de alguna persona conocida. 

En la comunidad Piapoco, también llamada Tsatse de Agua Blanca, ocurrió en una oportunidad que una joven mujer fue vista por sus vecinos que estaban trabajando en el conuco, muy lejos de la comunidad, acompañada de un desconocido. Los vecinos empezaron a pensar mal de la muchacha cuando al llamarla vieron que ella apartó la mirada y siguió internándose en la selva con el desconocido. Los vecinos le dijeron al padre de la muchacha lo ocurrido y éste esperó para preguntarle a la muchacha porqué había actuado tan groseramente con sus vecinos y para saber qué hacía con aquél extraño cerca del conuco. 

Cuando la muchacha llegó a su casa se encontró con aquellas recriminaciones y pudo demostrarle a sus padres que ella estaba en otro lugar cuando se supone que sus vecinos la habían visto en el conuco, además ella argumentó que sus padres sabían bien que ella tenía temor de acercarse al conuco a menos que fuera con ellos. 

El padre le preguntó si había hecho algo en contra de sus costumbres y ella respondió que se había bañado en el río cuando tenía la menstruación. El padre y los ancianos se dieron cuenta de que aquella sangre en contacto con el agua, había atraído a los maguarit hasta ella, que la estaban buscando para llevársela y que uno de los maguarit había tomado la forma de la joven. 

El padre regañó fuertemente a su hija, le hizo ver que su imprudencia acarrearía prejuicios para ella y para la comunidad, así que le indicó que debería permanecer junto a las mujeres en una habitación al fondo de la casa durante las noches mientras él velaba en la entrada y cada vez que saliera debía ir acompañada de varias personas hasta que finalizace su próxima menstruación, momento en el que la influencia de los maguarit sobre ella desaparecería. 

Por ello se indica que cuando alguien incumple alguna de las normas que establece la tradición suele recibir la visita del maguarit. También cuando una persona incumple alguna norma y empieza a sentir un dolor que no se le quita con nada, se dice que el maguarit le alcanzó o lo flechó. El dolor suele desaparecer después que un shamán le reza la zona afectada. También llamado mawuari, este encanto es un ser terrible de poderes que vaga por la selva en busca de cazadores para secuestrarlos y hacerlos sus esclavos. 

Estas criaturas vagan por los conucos de los indígenas y encarnan en el cuerpo de algunos animales; visitan las churuatas y encarnan en figuras de humanos, algunas veces aparece como una persona conocida que se ausenta y de pronto aparece para raptar doncellas y llevárselas a sus dominios bajo las aguas. 

Cuando un cazador se encuentra de cacería en el monte, debe llevar suficiente tabaco, porque el mawuari, le teme a esa hierba y si por algún motivo el cazador no lleva suficiente, puede perderse en el monte y caminar sin rumbo por la selva, perdido por varios días y noches hasta quedar completamente desorientado. 

Por: GuiaViajesVirtual.com

“Por una conciencia Socialista, dejémonos de guardar silencio”

martes, 8 de octubre de 2013

Dialogo misterioso



“Lo cuentan las voces de los que se resisten”

ESCRITOS HISTÓRICOS 
Dialogo misterioso.
I
            En honor a la verdad tengo algún tiempo escribiendo, bueno no como hacen los profesionales, pues en realidad me considero y soy un aficionado, recuerdo que alguien nos llamaba escribidores, también hay los escribientes, pero esos son otra cosa. Cuando comencé a imaginar a Doña Gertrudis, una campesina entrada en años, trabajadora y valiente, a quien le gustaba caminar desde su finca Los Algarrobos, hacia San Sebastián de los Reyes, era el pueblo más cercano, buscaba como siempre en esas correrías la compañía de su nieta Ana Mercedes, una preciosa morena de ojos y cabellos negros, hoy las cosas se le han complicado a Doña Gertrudis por un torrencial chubasco llanero, esas tormentas con truenos y relámpagos común en los llanos que asustan a los animales. La anciana y la muchacha buscaron refugio en una ranchería al margen de la angosta carretera, la anciana comentaba mientras le ofrecen una taza de café humeante.

-Tenía que llover precisamente hoy.

-Ay abuela eso no es más que invento del escritor.

-¿Escritor? ¿De qué hablas niña?.

-De ese señor que está inventado esta historia, pero claro, él esta cómodamente instalado en su casa, apoltronado ante el ordenador y a cambio nos hace sufrir a nosotras.

-¿Pues si es así, se trata de una verdadera injusticia?.

-Ya lo escucho señor… Señor… No sé ni cómo se llama.

-¿Quién?.

-El que escribe.

-Soy yo, y me llamo Eduardo.

-Bien señor Eduardo, hasta cuando nos va a tener en esta situación… ¿Le parece justo?.

-No tengo la menor idea, apenas he comenzado a desarrollar el cuento.

-¿Cuento? ¿Le parece cuento, esta lluvia? ¿Acaso no imagina el tramo que nos falta aun por caminar hasta el pueblo?.

-Bien, bien creo que tiene razón, ya dejara de llover y además aparecerá alguien con un vehículos que las llevara a San Sebastián.

-Gracias, es usted muy amable, mi abuela se lo agradecerá, aunque ella no me cree que este conversando con quien escribe este misterioso dialogo.

-Claro lo comprendo, no es fácil tener tanta imaginación.

-Imaginación la suya, que no para de inventar.

-¿Qué edad tienes Ana Mercedes?.

-Ya soy una señorita, tengo 14.

-Apenas eres una niña.

-Ya usted sabe el cuento, en los campos las niñas como usted dice están casadas y con hijos.

-¿Eso es lo que tú quieres?.

-Nooooo… Ni si le ocurra por Dios, apenas si estudio la secundaria, no quiero ser una más del montón, aspiro ser doctora.

-¿Doctora en que, acaso medicina?.

-No, quiero ser abogada para defender mi gente de tanto delincuente de cuello blanco que llega desde las ciudades a estafar y engañar.

-Serias muy buena como juez.

-Primero debo estudiar derecho.

-Y dime ¿No piensas en chicos, novios, conquistas?.

-Hay algunos por allí que se creen con esos derechos, pero están equivocados, ya habrá tiempo para romances o amor, primero, lo primero.

-Te felicito, piensas muy bien.

-Yo… jajaja yo no, es usted quien inventa todo esto.

-Sí, sí, perdona, es que lo olvido cuando escribo.

-¿Dígame señor Eduardo, que más hará con nosotras?.

-Por ahora no sé, dejare este cuento hasta aquí, mientras ustedes van al pueblo, le buscare una salida en un segundo capítulo.

-Apúrese, no vaya a ser que nos quedemos varadas en San Sebastián un montón de días.

-Está bien, lo prometo, las sacare de allí lo más rápido que pueda.

Dialogo misterioso.

II

            Efectivamente el tiempo en la carretera y la región mejoro notablemente y un rayo de sol les alegro la vida a Doña Gertrudis y su nieta, así que de nuevo reanudaron la marcha, apenas habían recorrido unos 50 metros cuando apareció Nemesio en su jeep, el resto del viaje a San Sebastián fue más corto y cómodo. El muchacho en tono gracioso pregunto.

-¿Doña Gertrudis va a tardar mucho en su visita? Es que yo más o menos en un par de horas regreso a casa, así que pueden aprovechar, si quieren.

-Hijo la verdad no lo sé, son varias diligencias, pero no te preocupes, el boticario Ricardi me prometió llevarnos de regreso. De todas formas tendré en cuenta tú oferta, por si acaso.

-Bien estaré en el mercado, me buscan.

            Nemesio no perdía ocasión para admirar la belleza de Ana Mercedes y sonreírle con aire de conquistador, le gustaba la muchacha, pero Ana Mercedes no le brindaba la menor atención.

Por: César Eduardo Alvarez 
“Por una conciencia Socialista, dejémonos de guardar silencio”