“Lo cuentan las voces de los que se resisten”
ESCRITOS HISTÓRICOS
Fidel Castro: Perdimos
nuestro mejor amigo
El
5 de marzo, en horas de la tarde, falleció el mejor amigo que tuvo el pueblo
cubano a lo largo de su historia. Una llamada por vía satelital comunicó la
amarga noticia. El significado de la frase empleada era inconfundible. Aunque
conocíamos el estado crítico de su salud, la noticia nos golpeó con fuerza.
Recordaba las veces que bromeó conmigo diciendo que cuando ambos concluyéramos
nuestra tarea revolucionaria, me invitaría a pasear por el río Arauca en
territorio venezolano, que le hacía recordar el descanso que nunca tuvo.
Nos
cabe el honor de haber compartido con el líder bolivariano los mismos ideales
de justicia social y de apoyo a los explotados. Los pobres son los pobres en
cualquier parte del mundo.
“Deme
Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo”, proclamó el Héroe
Nacional y Apóstol de nuestra independencia, José Martí, un viajero que sin
limpiarse el polvo del camino, preguntó dónde estaba la estatua de Bolívar.
Martí
conoció el monstruo porque vivió en sus entrañas. ¿Es posible ignorar las
profundas palabras que vertió en carta inconclusa a su amigo Manuel Mercado
víspera de su caída en combate?: “…ya estoy todos los días en peligro de dar mi
vida por mi país, y por mi deber –puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que
realizarlo– de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan
por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre
nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En
silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para
lograrlas han de andar ocultas…”.
Habían
transcurrido entonces 66 años desde que el Libertador Simón Bolívar escribió:
“…los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la
América de miserias a nombre de la Libertad”.
El
23 de enero de 1959, 22 días después del triunfo revolucionario en Cuba, visité
Venezuela para agradecer a su pueblo, y al gobierno que asumió el poder tras la
dictadura de Pérez Jiménez, el envío de 150 fusiles a fines de 1958. Dije
entonces:
“…Venezuela
es la patria de El Libertador, donde se concibió la idea de la unión de los
pueblos de América. Luego, Venezuela debe ser el país líder de la unión de los
pueblos de América; los cubanos respaldamos a nuestros hermanos de Venezuela.”
“He
hablado de estas ideas no porque me mueva ninguna ambición de tipo personal, ni
siquiera ambición de gloria, porque, al fin y al cabo, la ambición de gloria no
deja de ser una vanidad, y como dijo Martí: ‘Toda la gloria del mundo cabe en
un grano de maíz.”
“Así
que, por tanto, al venir a hablarle así al pueblo de Venezuela, lo hago
pensando honradamente y hondamente, que si queremos salvar a la América, si
queremos salvar la libertad de cada una de nuestras sociedades, que, al fin y
al cabo, son parte de una gran sociedad, que es la sociedad de Latinoamérica;
si es que queremos salvar la revolución de Cuba, la revolución de Venezuela y
la revolución de todos los países de nuestro continente, tenemos que acercarnos
y tenemos que respaldarnos sólidamente, porque solos y divididos fracasamos.”
¡Eso dije aquel día y
hoy, 54 años después, lo ratifico!
Debo
solo incluir en aquella lista a los demás pueblos del mundo que durante más de
medio siglo han sido víctimas de la explotación y el saqueo. Esa fue la lucha
de Hugo Chávez.
Ni siquiera él mismo
sospechaba cuán grande era.
¡Hasta la victoria
siempre, inolvidable amigo!
Fidel Castro Ruz
Marzo 11 de 2013
12 y 35 a.m.
Por una conciencia Socialista, dejémonos de guardar
silencio”
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