“Lo cuentan las voces de los que se resisten”
ESCRITOS HISTÓRICOS
Debate sobre
Socialismo del siglo XXI
Una Primera
compilación
Socialismo
vs revolución democrática (III)
Hemos afirmado
que el socialismo real fracasó porque sus fuerzas productivas nunca llegaron a
superar o a alcanzar el desarrollo de las fuerzas productivas capitalistas, por
lo que no pudo imponerse mundialmente y su economía permaneció como marginal,
restringida sólo a un grupo poco numeroso de países. Hemos señalado también que
existe la necesidad imperiosa de desarrollar las fuerzas productivas, como
condición previa a la instalación del socialismo en los países atrasados,
Venezuela entre ellos. Si esto no ocurre, no habrá suficiente riqueza
producida, para garantizar que el reparto socialista de la misma cree niveles
de bienestar en toda la población, que superen ampliamente las miserias y limitaciones
del capitalismo. El socialismo no tendrá éxito en tanto signifique un reparto
de riquezas que, si bien elimina la apropiación burguesa de la plusvalía, sólo
sirva para hacernos un poco menos pobres a todos.
He allí donde
pienso está uno de los aspectos claves del problema. No se trata de construir
una nueva comunidad primitiva, muy justa en el sentido de la propiedad
colectiva de las riquezas producidas y en su reparto equitativo entre todos los
integrantes de la comunidad, pero preñada de importantes limitaciones en
relación con el logro de bienestar y la satisfacción de sus necesidades
básicas: alimentación, salud, vestido y vivienda segura, donde protegerse de
las inclemencias naturales. Es cierto que se trataba de comunidades que no practicaron
la explotación del hombre por el hombre, pero ello no significa que se trataba
de una situación paradisíaca, sin insatisfacciones y libres de la necesidad
imperiosa de trabajar. No eran, nunca fueron, Adán y Eva en el paraíso
terrenal, antes de ser expulsados del mismo.
El socialismo
no es una respuesta moral ante la existencia de situaciones de miseria
inaceptables, desde el punto de vista humano, ni de rechazo ante desigualdades
sociales inauditas e injustificables desde parámetros éticos humanitarios. Es
el resultado de la lucha antagónica entre unas relaciones de producción y unas
fuerzas productivas constreñidas en su crecimiento, contradicción que se
resuelve con la aparición de un nuevo modo de producción, que libera a las
fuerzas productivas de la restricción existente y permite nuevamente su
desarrollo y el progreso social.
Últimas Noticias, pp 57, 7-12-2005, Caracas.
Luis Fuenmayor Toro
Por
una conciencia Socialista, dejémonos de guardar silencio”
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