domingo, 11 de noviembre de 2012

MARCIANOS EN VENEZUELA



“Lo cuentan las voces de los que se resisten”

IDENTIDAD Y TRADICION

MARCIANOS EN VENEZUELA 

Descubrir los misterios de nuestra inmensa riqueza biológica y cultural, es un reto no sólo para los investigadores y científicos que los desentrañan en beneficio de la humanidad; sino también para los que apostamos por la divulgación y el conocimiento de estos saberes, con el propósito de formar a un ciudadano más consciente de nuestra identidad, es por ello que hoy les traigo éste artículo que nos habla de organismos extraterrestres que habitan desde hace miles de años en las profundidades de nuestra inmensa selva Amazónica venezolana. 

Aspecto Identitario 

El Escudo Guayanés es el enclave geológico más antiguo de la tierra, con 3.500 millones de años, está ubicado al sur del río Orinoco, éste paisaje es lo que queda de una enorme meseta de sedimentos que se depositaron antes de que se formaran los océanos; en su variado ecosistema existen más de un centenar de tepuyes, de los cuales la mayoría superan los 1.000 metros de altura con respecto a la selva que los rodea, esos tepuyes no son un bloque compacto de tierra, suelen ser atravesados por cuevas de inmensa riqueza mineral, con variedad de fauna y flora que sólo habitan en esos fantásticos ecosistemas.

Los tepuyes (morada de los dioses en lengua Pemón), nunca estuvieron bajos las aguas, y nunca fueron cubiertos por los hielos de las glaciaciones, por lo que sus cimas, son los únicos santuarios de reliquias de flora y fauna que existen sobre el planeta, también se convirtieron en el refugio de las especies sobrevivientes a la catástrofe del diluvio universal, por lo que el hombre hizo de sus cimas su hogar hasta que bajaron las aguas. 

Pemón significa “gente”, y cuando penetramos su mundo, nos encontramos con una mitología hermosa, que nos habla de aquellas cosas que adornan y enaltecen su flora y su fauna dándole gran explicación a su vida; en esos tepuyes por ejemplo, nació la Venus Zonda-Tiká, diosa de la melodía y de las sierras, y en el Auyántepuy o montaña del infierno, según ellos, viven los espíritus malignos de Mariwitón y Tramán Chitá, a quienes los Pemones le temen mucho, por lo que jamás se han atrevido a subir hasta su cima; una de las tantas leyenda que cuentan los nativos del lugar dice así:

 "El Jaua-Jidi es un bosque de gran densidad, casi impenetrable y apenas habitado, el cual está repleto de abundantes plantas y animales vivientes de especies desconocidas. En ese lugar se encuentra una cueva gigantesca de 1.500 metros de longitud que une internamente a las cuevas de la zona; en ese bosque se han visto seres raros, con grandes ojos como los de los felinos, cabello largo de diferentes colores y piel de color marfil amarillento la cual cubren con un ropaje extraño, no se acercan nunca a los nativos del sector, ni se alejan mucho de las cuevas, parecen temerosos y huyen cuando oyen ruido, esos seres viven dentro de la gigantesca cueva, la cual tiene entradas secretas y desconocidas que dan al bosque".  

Una de esas extrañas cuevas se encuentra en las laderas del Chimantá Tepuy, un curioso contexto geográfico que existe en la Guayana venezolana, un lugar realmente enorme, con un río turbulento, cataratas, cúpulas y galerías gigantescas, que logran tener dimensiones de 60 metros de ancho y 20 metros de alto; es una de las regiones más inaccesibles e inexploradas de Venezuela, además de ser una de las zonas biológicamente más ricas y geológicamente más antiguas. 

En la misma existe una extraña planta cuyo nombre científico es “Bioespelotema”, también conocido como “arbolito de vidrio”, es un tipo de mineral con vida, es decir: nace, crece, se reproduce y muere, pero lo más impresionante, es que crece en colonias, produce ópalo, desafía la ley de gravedad y no tiene contacto con el agua. Se cree que éste extraño ser vive en esta sorprendente gruta desde hace miles de años y su procedencia se presume no pertenece al planeta tierra, la entrada de esta cueva fue bautizada como “La Boca del Mamut”, y mide 150 metros de ancho por 50 metros de altura, en su interior se encontraron hallazgos de incalculable valor para la ciencia, como nuevas especies de fauna, otro hallazgo de relevancia es un cráter que se ubica cercano a la base del Chimantá Tepuy, el cual contiene fragmentos del meteorito que lo ocasionó.

No existe otra evidencia de un ser vivo que produzca ópalo “material sílice semejante al vidrio, cuyo proceso es mineral”, su composición y temperatura favorece la producción del "ópalo amorfo", y el único en el mundo es el encontrado en Venezuela, dentro de esta cueva, que permaneció escondida en la majestuosidad del macizo Chimantá Tepuy, “considerado éste como una de las montañas más enigmáticas y seductoras del complejo de mesetas o tepuyes del Escudo Guayanés”.

El sábado 27 de marzo de 2004 Brewer-Carías, junto a una docena de científicos ponen pie en tan hermoso monumento natural; el mismo venía estudiando la cueva desde la década de 1960, a través de vistazos hechos desde el aire y fotografías tomadas durante diferentes vuelos, creando una imagen tridimensional con la que pudieron tener acceso a la esplendorosa gruta. 

Aspecto Científico

Bioespelotema (término propuesto por Charles Brewer Carías), del prefijo bio, de biológico o ser vivo, y espelotema, formaciones de minerales secundarias. 

En mayo de 2006 se efectuó una nueva exploración con el fin de tomar algunas muestras de los bioespelotemas existentes en el lugar, para ser enviadas a Madrid específicamente a los laboratorios espaciales de la NASA, tal expedición estuvo liderada por el científico Vicente Marcano, y los investigadores Orlando Naranjo, Javier Mesa y Federico Mayoral.  

La Nasa confirmó que existe un extraño mineral clasificado como “Bioespeleotema”, con características de ser vivo, localizado en una cueva venezolana en la Gran Sabana, en cuyo interior se han encontrado microorganismos únicos que se considera provienen de Marte, porque son muy semejantes a otros descubiertos en ese planeta, se trata por lo tanto de un microorganismo exobiológico (del espacio exterior).

Brewer Carías cuenta que se trata de una forma de vida universal del sistema solar; el ecosistema de la cueva, es similar al del planeta Marte, según pruebas realizadas, allá se encontró "ópalo amorfo", similar al obtenido, hasta ahora en la cueva, el ópalo amorfo se genera por unión de varias bacterias a una temperatura de 13 grados centígrados, el dióxido de carbono juega un rol importante en el ecosistema marciano y en el de la cueva, el 98% de Marte está compuesto por dióxido de carbono y dentro de la caverna la concentración de carbono septuplica a la del medio ambiente externo, en Marte, el hierro está en grandes volúmenes y en los tepuyes es de los minerales más importantes entre otras características. 

Rómulo Pérez

          


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